Con el verano llegan días más largos y cielos más soleados. Es una oportunidad para quitarte la ropa de invierno y salir a correr, montar en bicicleta o practicar deportes con amigos. De hecho, el verano es cuando estamos más activos durante el año, pero también llegan consigo olas de calor y humedad que pueden resultar un poco agobiantes.
Este año las temperaturas se han venido registrando fuerte en los termómetros de nuestro país y otros lugares del mundo. Como queremos que te mantengas fuera de todo riesgo, te daremos 5 consejos de fitness para el verano, los cuales también han sido dados por científicos dedicados a las ciencias del entrenamiento y a las preparaciones de deportistas olímpicos.
Aclimátate primero
Aclimatarte implica que tu cuerpo se adapte lentamente a un cambio en el medio ambiente. Y, ¿cómo hacerlo? Esto implica que te retes a hacer ejercicio, varias veces, por elección, cuando el día sea más cálido. Aunque pueda parecer un poco arriesgado, en realidad estarás acondicionando tu cuerpo para afrontar mejor el calor.
¡Ten cuidado! La aclimatación debe ser gradual. Para comenzar, úntate buen protector solar, llena tu botellita de agua, sal después de las 10 am, cuando las temperaturas se intensifiquen, y trata de completar una versión más suave de tu entrenamiento usual.
Hace demasiado calor, así que sé estratégica
Cuando haces ejercicio, se genera calor interno que es eliminado por el cuerpo por medio de la transpiración que emite nuestra piel. Sin embargo, si la temperatura ambiente aumenta, este proceso no se da de la forma adecuada ya que el calor se acumula.
Para eludir este escenario nuestro segundo consejo de fitness es que consideres trasladar tu entrenamientos a espacios interiores, a la comodidad del aire acondicionado, o puede ser en un espacio exterior siempre que sea en la mañana, especialmente si vives en una gran ciudad.
Toma un baño tibio
Después de cada sesión de aclimatación, ve a la ducha y aumenta la temperatura del agua. Te explicamos el porqué. Luego de pararte bajo un chorro de ducha caliente o sumergirte en una bañera de agua caliente durante aproximadamente 10 minutos después de un entrenamiento sofocante, tu cuerpo deberá seguir aclimatándose ya que está extendiendo el estímulo que el calor genera en ti, lo cual es bienvenido y beneficioso.
Bebe un granizado de antemano, considere la ropa interior fría
Una bebida helada antes de un entrenamiento caliente te ayudará con la hidratación y proporcionará una combinación de enfriamiento perceptual y real, dicen los expertos. Trata de beber alrededor de 16 onzas de líquido frío 20 minutos antes de salir (aquí te darás idea de bebidas riquísimas). Pero ojo ahí, beber más cerca del inicio de la sesión podría causarte malestar estomacal durante tu entrenamiento.
De igual forma, ponerte un paño frío en el cuello, un chaleco de hielo o ropa interior deportiva que haya pasado la noche en el congelador también puede mejorar la frescura durante el ejercicio en climas cálidos. Con cualquiera de nuestras prendas podrás perfectamente hacer esto; sus tejidos ligeros son respirables, hipoalergénicos y antibacterianos, evitando así malos olores.
Conoce tus límites
El consejo fitness más importante es que conozcas tus limitaciones y las respetes. Si no estás en buena condición física y no estás preparada para la actividad en climas cálidos, eres más vulnerable que un atleta en buena forma que entrena regularmente en el calor. Escucha a tu cuerpo y si comienzas a sentirte mareado, con náuseas o cansada, descansa en un lugar más fresco. Permítele a tu cuerpo que descanse y recargue energías entre los entrenamientos para evitar poner en peligro tu cuerpo y tus objetivos de entrenamiento.
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