Los 8 pasos del yoga descritos en el Yoga Sutra siguen vigentes y ganan importancia con el tiempo. Viendo nuestra situación actual nos damos cuenta de la necesidad de sosiego.
Esta entrada, lejos de pretender dar una verdad absoluta, es una interpretación personal del legado de Patanjali bajo la luz de las circunstancias actuales.
Yama y códigos éticos
Independientemente de la religión que profesamos, o la ausencia de la misma, en el yoga y en la vida debemos empezar por nuestro código ético. Sin una brújula es fácil perderse, y en el yoga no tenemos uno sino cinco.
Ahimsa
La violencia engendra más violencia, y la única forma de vivir en paz es renunciar a todas las formas de la misma. En un mundo tan violento el Ahimsa es no ser cómplice de sus dinámicas.
Satya
Más allá de no mentir, velar por la verdad es una responsabilidad espiritual. Entre filtros, redes y postureo nos acostumbramos a mostrar lo que no somos y distorcionar lo que sí es.
Asteya
Una vez más la fragilidad está en los matices. El Asteya habla de no robar, pero eso también incluye el no aprovecharse del otro, debe existir un límite ético en los negocios.
Brahmacharya
La continencia y el no desperdiciar la energía (sexual o de cualquier tipo). Nuestra energía no es un bien que deba ser derrochado vulgarmente. Cuidar de nuestra energía es cuidarnos a nosotros mismos.
Aparigraha
Somos esclavos de aquello a lo que nos aferramos. El desapego no significa no valorar las cosas, emociones y personas: es fluir con su existencia y respetar sus ciclos. Recibir lo justo.
Niyamas: acciones y conductas
Una vez hemos trazado unos máximos éticos el siguiente paso es tomar acciones, actitudes y disciplinas en consecuencia. Al igual que los yamas, los niyamas se dividen en cinco.
Saucha
La limpieza que nace desde el pensamiento y se manifiesta en lo que pensamos, hacemos y cómo cuidamos de nosotros es indispensable.
SantoshaDisfrutar la vida, por encima de las circunstancias, es una práctica fundamental para tener un propósito. La disciplina y la ética son muy importantes, pero saben a poco si al final del día no aprendemos a disfrutar de las cosas.
Tapas
La disciplina y la austeridad, contrario a lo que se pueda ver en nuestro entorno, pueden ser un camino a la felicidad sin excesos ni extravagancias.
Svadyaya
El autoconocimiento como camino de desarrollo espiritual. La máxima de Conócete a ti mismo, tan importante para los antiguos griegos como para el yoga tiene un valor universal.
Ishvara Pranidhana
La devoción. Entregarnos a una causa mayor nos libera de muchas cargas mundanas y nos llena de propósito.
Asana y el trabajo físico
La parte más reconocida del yoga es el trabajo físico. Su combinación de estiramientos, respiración y trabajo físico nos ayudan a cumplir todos los objetivos de los niyamas y a encontrar la concentración necesaria para conectarte contigo misma.
Pranayama y respiración
La expansión de la energía vital (prana) y su control se consiguen a través de la respiración. Descubrirnos en todas las etapas de la respiración es un privilegio.
Pratyahara: la mente
Este paso consiste en aislar los sentidos y el mundo físico de la mente para poder enfocarnos en nuestro interior y comunicarnos con el alma.
Dharana: la concentración
Una técnica para evitar los pensamientos ruidosos y las distracciones es concentrarse en un solo objeto invariable. Un mantra, un sonido o una imagen pueden hacer de canal para entrenarnos en Dharana.
Dhyana y meditación
Después de los asanas la meditación es la segunda imagen más recurrente al pensar en yoga pero su práctica real dista mucho del imaginario.
Los 8 pasos del yoga nos preparan para llegar a este momento y convertir la concentración en meditación y pasar de la atención unidireccional a la no-direccional.
Samahdi
Samahdi es el estado final del yoga: uno en el que el meditador es absorbido por el todo para convertirse en uno con el universo.